El vino blanco se elabora a partir de mosto de uvas blancas o tintas, siempre y cuando estas últimas no presenten pulpa coloreada y no se someta a maceración con sus hollejos. Un vino blanco se caracteriza por lo tanto, por su elaboración “en virgen”, término con el que se define en enología la fermentación del mosto en ausencia de partes sólidas, a diferencia de un vino tinto o clarete donde la fermentación se realiza en presencia total o parcial de sus hollejos. En cuanto al azúcar, Los vinos blancos suelen ser “secos”, es decir casi sin azúcar, o con un contenido en azúcares residuales inferior a 5 gramos/litro, aunque existen vinos con niveles de azúcares superiores, pudiéndose clasificar los vinos blancos de acuerdo con las siguientes categorías:
Tipo de vino | Azúcar (gramos/litro) |
Seco | < 5 |
Abocado | 5 a 15 |
Semiseco | 15 a 30 |
Semidulce | 30 a 50 |
Dulce | >50 |
Estos azúcares residuales proceden en su mayor parte del mosto, quedándose sin transformar en alcohol durante la fermentación una cierta cantidad de los mismos. Aunque en otros casos, el origen de estas sustancias se debe a la adición autorizada de azúcares, bajo la forma de mosto concentrado o de productos similares procedentes de otras vendimias. Independientemente de la clasificación anterior, los vinos blancos se pueden agrupar según su elaboración e incluso crianza si ésta existiese, en los siguientes Tipos:
- Vinos “jóvenes” o del año , donde predominan los caracteres de juventud o primarios, especialmente los aromáticos, pudiendo evolucionar positivamente por reducción en botella solo en determinados casos.
- Vinos “criados o envejecidos en barrica” , donde después de una estancia en barricas de madera, seguido de otro periodo en botella, los vinos pierden la frescura de la juventud y adquieren otros caracteres sensoriales de tipo terciario o maderizados.
- Vinos “fermentados en barrica” , que presentan aspectos intermedios entre los anteriores, pero con matices sensoriales más profundos y diferenciadores.
- Vinos “generosos” de crianza , fundamentalmente oxidativa y en algunos casos bajo un velo de levaduras, poseyendo unos caracteres sensoriales de una gran tipicidad.
Otra forma de clasificar los vinos blancos es atendiendo a su origen o variedad de uva utilizada en su elaboración, clasificándose éstos en los siguientes grupos:
- Vinos blancos “neutros” que no poseen un aroma varietal particular, pero que pueden tener aromas primarios de juventud procedentes del proceso de elaboración.
- Vinos blancos “aromáticos” donde la variedad de uva comunica un perfil sensorial característico, especialmente en el apartado de aromas, destacando variedades como: Albariño, Chardonnay, Chenin blanc, Godello, Malvasía, Moscatel, Petit arvine, Riesling, Sauvignon blanc, Treixadura, Viognier, etc.
Las variedades de uva blanca Uno de los caracteres más importantes de los vinos blancos es la presencia de aromas varietales de mayor o menor intensidad, cuyo origen se encuentra en las distintas variedades de uva, y siempre que estén cultivadas de forma correcta, evitando la aparición de enfermedades que pudiesen afectar a la calidad de la vendimia, y controlando su maduración para determinar el momento óptimo de realizar la vendimia. Además de los aromas, otra importante característica de estos vinos, se encuentra en un equilibrio de sensaciones en la boca, donde juegan un importante papel la acidez, y otras sustancias que le confieren una mayor estructura o volumen, tales como azúcares residuales, glicerina, etc.
- La definición legal de estos vinos impide la maceración en la fase fermentativa, pero no necesariamente ha de evitarse en el periodo prefermentativo, donde los hollejos y otros componentes de la vendimia, pueden intercambiar sustancias con el mosto en mayor o menor grado y según la técnica de elaboración adoptada por el enólogo de la bodega;
El perfil aromático de cada variedad de uva se expresa según la síntesis y acumulación de los compuestos aromáticos en diversas partes de la uva, donde destaca fundamentalmente el hollejo, habiéndose descubierto en la actualidad un buen número de estas sustancias, donde destacan las familias de terpenos, norisoprenoides, metoxipirazinas, tioles, ácidos grasos, compuestos fenólicos, etc. La combinación de estas sustancias en distintas cantidades y proporciones, hacen que cada variedad de uva posea un determinado perfil aromático, que en algunos casos se expresa con una gran nitidez y personalidad, y en muchos otros no tanto; pudiéndose las viníferas tintas y blancas clasificarse en los siguientes grupos:
- Variedades muy aromáticas moscateles: Moscatel de Alejandría o de Málaga, Moscatel fino o de grano menudo y Malvasía.
- Variedades muy aromáticas no moscateles: Albariño, Gewürtztraminer, Loureiro, Müller Thurgau, Riesling, Sylvaner, etc.
- Variedades aromáticas: Albillo, Brancellao, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Chenin Blanc, Godello, Malbec, Merlot, Parellada, Pinol noir, Sauvignon, Syrah, Tempranillo blanco, Treixadura, Verdejo, Viognier, etc.
- Variedades poco aromáticas: Airen, Blanca Cayetana, Chenin blanc, Garnacha blanca, Monastrell, Palomino, Viura, Zalema, etc.
¿CÓMO SE HACE EL VINO BLANCO? Los vinos blancos poseen generalmente un “carácter tecnológico” más acusado que los vinos tintos, donde la expresión del medio de cultivo o “terroir” se ve más atenuado, dominando salvo raras excepciones, el carácter de la variedad de uva y de la técnica de elaboración utilizada. Para ver de cerca cómo se elaboran los vinos blancos hemos acudido a la Nairoa, bodega del Ribeiro donde elaboran su afamado Alberte. En líneas generales, el proceso de elaboración de vinos blancos comprende una primera fase de extracción del mosto, a veces con una maceración previa con sus hollejos, siguiendo con una limpieza o desfangado de los mostos obtenidos, y terminando con una fermentación alcohólica a baja temperatura, realizada en grandes depósitos de acero inoxidable en la mayor parte de los casos, o en barricas de menor capacidad en algunas otras ocasiones. .
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¿Cuáles son los componentes del vino blanco?
¿Cómo se hace el vino blanco?
¿Cuáles son las características de un vino blanco?
Propiedades del vino blanco : los aromas afrutados – Los vinos afrutados , como su propio nombre indica, son aquellos que al oler y saborear nos recuerdan a diferentes frutas , tales como el albaricoque, el melocotón, las fresas, las cerezas o las ciruelas.
Para conseguir que un vino sea afrutado es necesario que tenga el punto perfecto de madurez y un gran potencial aromático y que proceda de cepas de buena calidad. Por otra parte, el proceso del vino debe ser también excepcional, con una maceración que se llama « prefermentativa », así como con una fermentación a temperaturas muy bajas, entre otros detalles.
Estos vinos afrutados suelen ser muy ligeros y agradables , y te seducirán con su olor y, además, te producirán en la boca una sensación de sedosidad. Eso sí, no debes confundir que un vino sea dulce con que sea afrutado, ya que estas dos cualidades no tienen por qué ir de la mano. Albariño superior de la Rías Baixas Uno de los grandes vinos de Albariño de España que demuestra cosecha tras cosecha que es un vino aromático, elegante y sabroso. Un vino que conquista al que lo prueba. Referente del Albariño a nivel mundial.
¿Qué tipo de vino es el blanco?
El vino blanco joven es un tipo de vino que no ha pasado la fase de maduración o envejecimiento. El proceso de elaboración de este vino es el más breve, ya que después de la fermentación paso a ser embotellado. Sus sabores son afrutados y poco densos.
¿Qué contiene el vino?
El vino (del latín vinum) es una bebida hecha de uva (especie Vitis vinifera), mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras, que transforman los azúcares naturales del fruto en etanol y gas en forma de dióxido de carbono.
¿Cómo está hecho el vino?
El vino es una combinación de factores naturales que, controlados por un enólogo , pueden hacernos disfrutar de manera espectacular. La idea general de cómo se hace el vino podría ser : zumo de uva o mosto , que a determinada temperatura unas levaduras se activan y empiezan a devorar el azúcar del líquido para crear alcohol y CO2. A partir de aquí, las variables para hacer vino son infinitas.
¿Cómo se hace el vino blanco y el vino tinto?
Elaboración del vino tinto y vino blanco – La diferencia a la hora de elaborar el vino tinto o vino blanco radica en las uvas, depende de la variedad de uva que utilices y si al fermentar lo dejas macerar con el hollejo o no (piel de la uva). Los vinos tintos se elaboran con la piel de la uva, pero en el caso de los vinos blancos, se prescinde de esta parte de la uva.
- Así es cómo los vinos tintos consiguen tener su color característico, gracias al hollejo de las uvas que es donde se encuentran los taninos;
- La temperatura de maceración de las uvas también varía en función del tipo de uva, en el caso de los vino tintos, pueden alcanzar los 24-30 ºC y en los blancos, 17-19ºC;
En definitiva, el vino tinto se fermenta con la piel de las uvas (da color al vino) y proporciona compuestos vegetales beneficiosos; y a la hora de elaborar el vino blanco, se retira la piel de la uva. – Recomendación de vino tinto: 12 Linajes Crianza , un vino elegante 100% Tempranillo, Denominación de Origen Ribera del Duero.
¿Qué tipo de uva se utiliza para el vino blanco?
La variedad blanca más plantada en España es la variedad Airén, que se suele plantar en la mancha, no se caracteriza por producir vinos aromáticos, pero es cierto que muchas bodegas están usando las cepas centenarias de sus viñedos para conseguir vinos con una marcada personalidad y potencia.
¿Qué se necesita para hacer un buen vino?
¿Cuántos grados de alcohol tiene el vino blanco?
¿Cuáles son las graduaciones habituales de los vinos? – Las graduaciones habituales suelen estar:
- entorno a los 10 – 11 grados en vinos blancos
- y entre 13 y 15 grados en los vinos tintos.
Aunque no son habituales los vinos de 15 grados, salvo en las regiones más cálidas donde se madura más la uva , pero que hace que la acidez del vino disminuya.